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¡Holaaa!

Como te prometí una semana más aquí estoy, para contarte todas mis aventuras en las clases de música.

Esta vez empezamos con una dinámica que combina música con (si me permites la relación) técnicas de teatro. La actividad consistía en percusión corporal en efecto espejo con el manejo de las palmadas. Esta dinámica trabaja a su vez la expresión corporal, la atención plena y absoluta a tu compañero para seguirle todos sus movimientos o para percibir si te está siguiente, concentración y a su vez la producción e imitación de movimientos. Se puede hacer tanto como que el profesor frente a los alumnos cree movimientos y percusión para que le imiten o que por parejas, dos compañeros ejecuten la misma dinámica. Es bastante interesante, por todo lo que se trabaja, pero más por la de concentración que se necesita.

Luego hicimos una cosa que me encantó, me hizo disfrutar como una niña. Hicimos toda la clase un concierto.
Sí, sí, un concierto.
Improvisado.
Y en playback.

Jajaja, ¿a que mola? Lo sé, por esto te digo que me gustó tanto esta actividad. El profe nos puso una pieza de concierto de Eric Clapton, salió y nos enseñó como debería hacerse. Simuló salir al escenario, saludar al público, colocarse en su sitio y al comenzar el concierto empezó a realizar uno simultáneo con palmadas y percusión corporal. Para ello, se sirvió de unos cuantos compañeros que, siguiendo los impulsos improvisados del profesor, fueron copiándole y creando su propio concierto, siempre siguiendo la obra que sonaba de fondo. Fue super chulo de ver.

Después, como es costumbre ya, algunos compañeros más salieron como intérpretes y otro compañero fue el director del concierto. Como nos contó más tarde él, al principio se sintió perdido, por creer que no era capaz de crear ritmos y menos que quedasen armoniosos. Pero a medida que avanzaba la pieza se fue desenvolviendo, y los compañeros con él y el resultado fue una pieza muy chula, con sus más y sus menos, pero bonita de ver. Mi más sincera admiración, pues, crear ritmos que queden y suenen bien por dos largos minutos me parece una tarea bastante difícil. Más sabiendo todo lo que se trabaja de fondo, la vergüenza escénica, el ritmo, la armonía, la concentración, la conexión con la música de fondo, etc.

Si yo hubiese sido la profe, hubiera puesto esta canción de fondo...

La siguiente actividad hizo de puente entre la anterior y la que le sigue, y fue, ¡volver a bailar! Esta vez, como va siendo costumbre, el profesor intentó complicar la actividad, dándonos un recurso que además nos serviría para utilizar el juego en verano. Y consistía en lo siguiente, una pareja repetía el baile que hicimos la sesión pasada, pero esta vez con un vaso lleno de agua en la mano. De esta manera trabajas la postura corporal, la serenidad al bailar, la técnica de cada paso al estar un extra de consciente sobre cada movimiento, conectas más con tu pareja de baile para ir a la par y no perder el equilibrio o evitar movimientos bruscos. Me pareció un plus muy interesante y con muchas ventajas de trabajo.

 Y por último, como guinda a la línea de actividades que veníamos haciendo, hicimos un concierto, pero esta vez de verdad. Recopilamos una serie de instrumentos de percusión como...

… los bongós:
LP City Wood Bongos - Natural, Beige
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… el cajón: Meinl SCAJ1NT-LB Mini Cajon Natural












… la clave:


LP Grenadilla Wood Clave












… ¡y vaya espectáculo!
Yo salí en el segundo grupo de voluntarios para tocar y me pedí el cajón creyendo que sería más fácil y camuflaría mi torpería arrítmica que me caracteriza. Pero todo lo contrario, la subrayó más.

Aquí te dejo un ejemplo de como utilizo el cajón y un tambor. Creo que necesito seguir practicando jejeje.



 El profe se enzarzó conmigo hasta que conseguí sacar el ritmo medianamente bien y nos recalcó una idea: para que un concierto de tantos instrumentos diferentes funcione bien es muy importante localizar el problema para subsanarlo. Y así fue, una vez que detectó quiénes eran las personas que desentonábamos con el resto, se paró con cada uno de nosotros para practicarlo y que así al final, todos fuésemos a una y saliese bien.

Otro dato interesante que dijo fue la importancia de dar bien la entrada, marcarla bien con las manos, para que no haya una descoordinación desde el principio y fluya todo bien.

Interesante todo, ¿verdad?

La de cosas que se pueden aprender en una clase.

Bueno, me voy a descansar ya que se me está haciendo tarde. Nos leemos en la próxima carta, cuídate.

¡Hasta entonces!

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